«El modelo de las jerarquías y los cargos dentro de una empresa quedó atrás», afirma Diego Feldberg, Director de Dafing Group.
«En la actualidad, las nuevas generaciones (Millennials, Generación X, Generación Y) que se suman al personal de una compañía tienen otras necesidades y otros tiempos y, así como dominan el mercado de consumo con sus preferencias y dictámenes sobre sus marcas favoritas, también lo hacen en el ámbito laboral, afectando viejas prácticas de liderazgo».
Al respecto, Silvina Fonteviva, gerente de Recursos Humanos y Coach Organizacional de Dafing Group, cuenta que continuamente observan estas tendencias en los grupos a los cuales brindan coaching.
«Hay una asimetría entre los deseos y aspiraciones de los llamados Millennials y sus jefes. Esto se debe a que en la última década se han producido cambios muy importantes que incidieron sobre las formas de comunicación interpersonal», sostiene.
Hoy los jóvenes descreen de la autoridad tradicional, confían más en la palabra de un par y admiran a personas con liderazgo intelectual. Esto quiere decir que respetan a aquellas personas que pueden demostrar un liderazgo a partir del saber y no de la ostentación de determinado cargo jerárquico.
En consecuencia, el trabajo en equipo y de coaching de estas nuevas generaciones debe hacerse en forma horizontal y no vertical. ¿Cómo se logra? A partir de dejar de lado antiguas formas de liderazgo basadas en la clásica fórmula conductista – «el error se sanciona, el acierto se premia» – y adoptando formas de trabajo que desestimen las órdenes taxativas y promuevan un ámbito de discusión y debate, donde todos los integrantes -incluido el jefe- tengan igualdad de oportunidades.
Por otro lado, la relación jefe-empleado también tiene que progresivamente ir migrando hacia un estilo más laxo y relajado.
Muchos se preguntarán cómo se puede marcar límites, ejercer la autoridad y no pecar de pedante frente a estas nuevas generaciones. Pues bien, la clave está en olvidar el organigrama tipo árbol y pararse al lado del empleado, para guiarlo desde el coaching motivacional, buscando siempre oportunidades de brindarles desafíos emocionantes y que los mantengan inquietos.
Todo este debate tiene relevancia porque se ha demostrado a través de estudios globales que los Millennials son y seguirán siendo cada vez más los marcadores de tendencias a nivel mundial. Es la generación que liderará el futuro no tan lejano, que ya inició con el despegue de las nuevas tecnologías y las redes sociales.
Para las empresas, en tanto, son los recursos humanos más valiosos, que aportarán creatividad, visión y liderazgo.
En este contexto, los nuevos líderes de los ámbitos laborales tendrán que encontrar la manera de ser verdaderos guías cuasi espirituales para formar equipos de trabajo altamente motivados, que por supuesto resulten en el cumplimiento de los objetivos de negocios planteados.
Si bien hay compañías que ya emprendieron este camino, aún falta que la gran mayoría de los empresarios tomen conciencia de que es momento de revisar paradigmas y estilos de liderazgo, lo cual no puede ocurrir de otra manera que atravesando un proceso de aprendizaje.
Eso sí, los resultados de aplicar estos cambios seguramente repercutirán sobre el rendimiento general de la empresa y de su clima interno.
Fuente:Iprofesional