En el marco del crecimiento sostenido del trabajo informal y el cuentapropismo, que no se revertirá este año, las familias seguirán buscando más ingresos
Según expertos, las cifras de empleo aumentarán en 2023, porque se ampliará a la clase media la búsqueda de un segundo puesto de trabajo en la familia, que complemente sus ingresos, aunque no descartan que una profundización de la crisis impulse tanto esta tendencia como un aumento del desempleo.
Este crecimiento del empleo en 2023 puede darse sólo con la creación de más puestos de trabajo en negro y cuentapropismo.
Las previsiones sobre el empleo para 2023
«No esperamos que la tendencia observada en la calidad del empleo se modifique, en donde el empleo informal y el cuentapropismo traccionarán el crecimiento«, aseguraron desde Ecolatina.
«Asimismo, la magnitud de esta expansión dependerá de la evolución de la PEA (población económicamente activa) que, si bien ya se ubica en máximos, podría seguir creciendo si el efecto trabajador adicional deja de ser un fenómeno que afecta a las familias de menores ingresos y se extiende a sectores medios», indicaron.
«Creemos como más probable que el resultado será un sostenimiento de los valores actuales del desempleo: los nuevos participantes del mercado de trabajo tenderán a seguir insertándose en trabajos de no tanta calidad«, explicaron.
«Un eventual avance del desempleo estará atado a una profundización de la crisis, que reduzca la demanda de trabajo y al mismo tiempo deprima los salarios reales, alimentando el efecto trabajador adicional» afirmaron.
Qué paso con el empleo en 2022
Durante el tercer trimestre de 2022, la tasa de desempleo fue de 7,1% de PEA, interrumpiendo la tendencia bajista iniciada en la salida de la pandemia, precisó Ecolatina.
Sin embargo, la población continúa volcándose al mercado laboral. En el tercer trimestre se incrementó casi 3% interanual la cantidad de personas que trabajan o lo buscan, el promedio de 2022 fue de 3,2% interanual, bien por encima del crecimiento poblacional, en torno a 1%.
Los dos principales destinos para estos nuevos «participantes» fueron el cuentapropismo y el empleo asalariado informal.
Para el trabajo en negro, el crecimiento de 2,6% interanual en el trimestre, levemente superior al promedio anual, implica que el 12,2% de la población pertenece a esta categoría, alcanzando el máximo desde al menos 2016.
Respecto a los cuentrapropistas, aumentaron casi 20% interanual, y 23% interanual como promedio anual-
Cuál fue el efecto del trabajador adicional
El efecto trabajador adicional sigue siendo importante para explicar la dinámica de las principales variables del mercado de trabajo, producto de la necesidad de sumar ingresos en familias cuyo poder adquisitivo tambalea.
Más aún, la imperiosa voluntad de obtener estos ingresos y el lugar de la pirámide social donde la crisis se siente más vuelca a las personas a autoemplearse o bien aceptar empleos de baja calidad, reduciendo la probabilidad que esto se traduzca en un mayor desempleo.
Por otro lado, los asalariados formales cedieron 2% interanual, exhibiendo un estancamiento a lo largo del año.
Si bien esto contrasta significativamente con los datos del Sistema Integrado Provisional Argentino (SIPA), que muestra un aumento de 4,2% en el acumulado del 2022, se trata de una discrepancia habitual debido a que este último capta toda la población del país y no una muestra del área urbana.
Cuáles son las consecuencias del trabajo informal
La expansión del trabajo informal y el cuentapropismo demuestra que el mercado laboral no se enfrenta a un problema de cantidades, ya que en general quien lo desea encuentra ocupación. El inconveniente es que la calidad de los puestos de trabajo generados no es la deseable.
El evidente desafío pasa entonces por revertir esta tendencia, pero también debe ser comprender las implicancias de esta «descomposición» del mercado de trabajo.
En este sentido, el ejemplo más claro tiene que ver con que los patrones e intensidad del consumo de personas que poseen ingresos no garantizados y volátiles no son iguales a aquellos que están bajo el paraguas de un empleo formal.
Estos dos grupos también tendrán demandas y necesidades diferentes, además de un uso subóptimo de parte de los recursos de un país. Las personas pueden decidir dejar de estudiar para trabajar, reducir su tiempo de descanso, ocupar tiempo en obtener ingresos para poder subsistir, por ejemplo, concluyó Ecolatina
FUENTE: Iprofesional