En su último libro, Leadership for a Fractured World, Dean Williams expone que los enfoques tradicionales sobre el liderazgo ya no son funcionales en este nuevo mundo.

En su nuevo libro, Leadership for a Fractured World, Dean Williams expone que los enfoques tradicionales sobre el liderazgo ya no son funcionales en este nuevo mundo.
El liderazgo habitual es personalista, pues se basa conceptos como «mírame», «escúchame» y sígueme». Cosas que ya no sirven más para Williams. En cambio, los mejores líderes pueden actuar aunque no tengan autoridad formal para resolver problemas de forma innovadora con eficiencia y velocidad.
Otro de los aspectos del liderazgo tradicional que critica Williams es que, bajo esta filosofía, los líderes tienen límites que protegen y administran.

Por otro lado, los verdaderos -y nuevos- dirigentes no tienen miedo de cruzar fronteras, de construir puentes. Y lo hacen porque ya no es posible hacerlo de otro modo, las compañías globales enfrentan problemas interdependientes. Lo que significa que no sólo se deben cruzar fronteras geográficas, sino culturales, de género, estructurales, profesionales y todas las que hagan falta.
Los verdaderos líderes reinventan los límites
Williams califica a quienes no quieren transgredir sus límites -sean cuales sean- comotribales, ya que las tribus tenían muy arraigada esta característica. Este tipo de grupos le teme a las nuevas condiciones y estos los límites les dan la seguridad que tanto anhelan. Bajo estos límites, los líderes ejercen su poder, lejos de los peligros que los acechan.
Sin embargo, aunque los líderes ponen límites por seguridad, éstos se convierten en obstáculos, pues reducen el flujo de información, recursos y evitan que las personas enfrenten nuevas condiciones. De este modo, no aprenden cosas nuevas.
Los verdaderos líderes, por el contrario, saben que dejar la seguridad permite el descubrimiento de nuevas soluciones y oportunidades. Esta aventura requiere ir hacia lo desconocido en busca de la creatividad y la innovación, a través de la participación de diversas personas y grupos.
La diversidad de las perspectivas, experiencias, estilos y culturas es un buen recurso para encontrar una solución creativa de problemas.
Fuente: Iprofesional