Robin mide y evalúa habilidades sociales, capacidades cognitivas, inteligencia emocional y digital de las personas, a través juegos lúdicos de neurociencia.
Salir a buscar trabajo no es una tarea placentera. Si a esto se le suman la escasez de oportunidades, la burocracia, la incertidumbre y, por supuesto, las entrevistas con el posible futuro empleador, todo se combina en un cóctel de estrés que puede ser realmente contraproducente para los candidatos.
Del otro lado, cuando las empresas salen a buscar talento al mercado reciben pilas digitales de CVs que tienen que revisar una a una hasta encontrar el perfil que más se acerquen a lo que están buscando. Y ahí empieza todo el proceso para intentar dilucidar si las personas seleccionadas son realmente adecuadas para el puesto y la organización.
Sin embargo, este proceso está cambiando radicalmente para ambas partes. El surgimiento de una corriente que combina tecnología con herramientas para RRHH es cada vez más fuerte en el mercado y tiene un solo objetivo: simplificar el proceso para todas las partes involucradas.
En este contexto nació Robin, la primera plataforma de Latinoamérica que mide y evalúa habilidades sociales, capacidades cognitivas, inteligencia emocional y digital de las personas, a través juegos lúdicos de neurociencia e implementación de modelos de inteligencia artificial, para reclutar talento y candidatos adecuados para cada puesto de trabajo.
«Con mi socio Luciano Bustos somos apasionados de la tecnología y siempre estuvimos vinculados al mundo de los RRHH», explica a iProUPNoelia Aguirre Fernández, CEO y cofundadora de la empresa.

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La plataforma mide y evalúa habilidades sociales a través de juegos de neurociencia.
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Previo a Robin, la especialista fundó en el 2003 una consultora boutique dedicada al talent hunting, una metodología de búsqueda directa de talento. Allí detectó dos problemas comunes entre la mayoría de los clientes: «Querían saber cómo una persona iba a trabajar con información predictiva y tenían la necesidad de contratar personal idóneo, por lo que buscaban una recomendación que los ayudará a crear procesos más efectivos de selección basados en tecnología».

Para los postulantes, la experiencia de selección, en general, nunca es satisfactoria, no sólo porque no reciben un feedback sino porque se utilizan métodos convencionales de los años 70′ que no están diseñados para las nuevas generaciones.
«Para que las organizaciones cuenten con personal calificado y capacitado, es fundamental que las empresas realicen buenos procesos de selección y utilicen la metodología adecuada», asegura Aguirre Fernández, y agrega: «Luciano fue quien vió que la tecnología podría ayudar a resolver esos pains y generar un avance muy importante para los reclutadores y seleccionadores del siglo XXI».

Todo tecnología

Creada formalmente en 2018 con una inversión inicial de u$s 100.000 reunidos por Aguirre Fernández, Bustos, familia y amigos, Robin pone en el centro la solución de un problema común para casi todas las empresas y apalanca su éxito en la combinación de la neurociencia con la tecnología de inteligencia artificial.
En palabras de su CEO, el sistema está basado en mediciones cognitivas digitales y sociales: «Creamos una plataforma que mide y permite entender cómo pensamos, cómo procesamos la información, qué habilidades tenemos para hacer frente al trabajo, la educación, las relaciones humanas, entre otros».

A través de juegos rápidos, sencillos y divertidos, la plataforma permite conocer, independientemente del estilo de personalidad de una persona, su capacidad para aprender, adquirir nuevos conocimientos, tomar decisiones y colaborar con otros en ámbitos de trabajo.
«Gracias a algoritmos, esta solución permite recomendar personas para puestos de trabajo basados 100% en habilidades, gracias a datos predictivos validados por décadas de investigación científica, que generan información de altísimo valor y permite a las empresas tomar decisiones de contratación basada en datos y habilidades», suma la CEO.

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Robin permite conocer su capacidad para aprender, tomar decisiones y colaborar con otros.

Todo esto sin dejar de lado al postulante, que lo único que tiene que hacer es pasar por una experiencia lúdica. Terminado el proceso, se le brinda una devolución de sus competencias, para que puedan aprender de ellos mismos y crecer en sus carreras. «Generamos un cambio en la forma en la que se mira el talento a través de una tecnología innovadora para atraer y captar a los candidatos más adecuados a los puestos de trabajo», asevera la CEO.
Hoy, empresas como KPMG, Adivo Associates, ACAMICA, y otras referentes de los mercados tech, banca, fintech, seguros y educación ya confían en los servicios de Robin para contratar personal. «A uno de nuestros primeros clientes le contamos que estábamos usando juegos de neurociencia e inteligencia artificial para facilitar sus trabajos y de inmediato se interesaban por la propuesta. El mercado siempre fue muy perceptivo con Robin». Para el cierre de 2020, la compañía proyecta facturar $60 millones.

Futuro prometedor

La idea de gamificación no es nueva pero gana terreno en muchos sectores como una estrategia para premiar e incentivar el uso de herramientas, aplicaciones y hasta redes sociales.

La empresa explica que, en su caso, fomenta la recompensa por mérito individual y genera una real disrupción en la forma en que se busca y contrata empleo, generando oportunidades a las personas de ser evaluados por sus capacidades reales, como el pensamiento crítico, memoria, multitasking, atención, entre otras.
De esta forma, la tecnología reduce la discriminación y la subjetividad de los datos tradicionalmente requeridos como lugar de residencia, fotografía personal o niveles de estudio y pone el foco netamente talento y las capacidades.

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La compañía busca transformar la forma de contratar personal y la experiencia de las entrevistas laborales.

En un contexto desfavorable como lo es una pandemia global, la firma destaca que profundizó su trabajo con distintas organizaciones para incentivar la transformación cultural digital.
«Antes nos tomaba más tiempo explicar por qué medir las habilidades ahorra tiempo y costos. En cambio, ahora casi no hace falta, las empresas y los negocios comprenden la criticidad de contar con recursos que puedan responder a los contextos que se presentan y que son inciertos», asegura Fernández Aguirre.
Como parte de una tendencia que crece en todo el mundo, el modelo de Robin se posiciona como una alternativa atractiva y con tecnología de punta para transformar un sector entero: «Es una tendencia mundial el uso de modelos de IA para automatizar los procesos de selección, como video entrevista y chatbots. Todo lo referente a la digitalización y que permita ejecutar procesos de trabajo remoto está en alza».
Con un visionario objetivo de crecimiento y consolidación, Fernández Aguirre desliza que ya desarrollaron un «mapa de talento de habilidades digitales único en la región que permite a las empresas ejecutar procesos de selección más efectivos para reclutar y desarrollar talento».
Fuente: Iprofesional